Desde septiembre he empezado a ofrecer algunos servicios nuevos. También estuve pensando que quizás no estaba muy claro qué tipo de demandas atiendo. Me parecía interesante aclarar qué servicios de terapia psicológica y formación LGTBIQA+ ofrezco.
Terapia psicológica: individual, de parejas y familiar
Fundamentalmente quizás me conocéis por la terapia psicológica individual, que es donde más me muevo y tenéis algunas entradas (¿Qué significa ir a terapia? / ¿Cómo es la relación terapéutica?) donde planteo cómo concibo el proceso terapéutico.
Junto con Paula también atiendo demandas de terapia de parejas y terapia familiar. Les dos compartimos el enfoque de trabajo relacional-sistémico, en el que es necesaria la supervisión y colaboración para trabajar con varias personas al mismo tiempo. Esto nos permite ir autorregulándonos en el propio proceso terapéutico, de forma que podemos (en la medida de lo posible) mantener el mismo nivel de relación, comprensión y cercanía con el grupo de personas que tenemos delante sin generar favoritismos y/o enfrentamientos con alguna de las partes. Para ello, trabajamos en co-terapia, de forma que ambes estamos presentes en las sesiones.
Con terapia de parejas (que la llamamos así por simplificar) realmente nos referimos a relaciones amorosas, sean de pareja u otro tipo, que están atravesando un momento difícil y ante el que las personas que componen esa relación quizás no sepan cómo posicionarse al respecto y necesitan de un acompañamiento externo.
En el caso de la terapia familiar, se dirige a familias que están transitando un momento complicado, como puede ser la pérdida o incorporación de una persona en la familia, cambios vitales diversos, conflictos/malestares que les afectan a una o varias personas de la familia y necesiten acompañamiento sobre cómo posicionarse al respecto (ya sea porque todes están afectades, porque haya una persona afectada y otras partes estén preocupadas, enfadadas, confusas, etc., y no sepan cómo actuar…)
Formación, asesoramiento y supervisión
La supervisión de casos permite valorar el proceso terapéutico. Personalmente superviso desde que empecé a trabajar. En terapia, el eje fundamental es la relación terapeuta-usuarie. Es una relación significativa donde se movilizan aspectos que tienen que ver con las experiencias y apegos de ambas partes. Supervisar permite valorar qué ocurre en la relación que puede facilitar o dificultar el proceso para que le usuarie desarrolle sus propios recursos y le terapeuta no se dañe o exceda límites necesarios en la relación. Permite, más allá de valorar la adecuación de determinadas técnicas, hablar sobre lo que nos inquieta o suscita acompañar determinados procesos, para reforzar el colocarnos del lado del usuarie.
También asesoro a quienes trabajan con personas (en salud mental u otros ámbitos como educación) en materia LGTBIQA+, con el fin de evitar generar violencias y acompañar tratando de comprender realidad particular de cada une. Todes hemos nacido y crecido en un sistema cisheteropatriarcal y binario, de donde interiorizamos (de forma consciente o no) determinados valores, mitos y prejuicios. Y como en cualquier relación humana, los reproducimos en nuestras intervenciones. Se trata de generar conciencia sobre la diversofobia interiorizada. De visibilizar aspectos que a veces, si no nos atraviesa la opresión, no entran en nuestros imaginarios.
Por último, la formación con grupos es algo que hago desde antes de llevar mi propia consulta. En general la desarrollo sobre todo en espacios formativos y asociativos, con temáticas relacionadas con sistema sexo-género y diversidad, proceso terapéutico, acompañamiento y mirada sistémico-relacional, etc.
Puedes seguir leyendo más sobre cómo entiendo la terapia psicológica y algunos ejemplos de formación LGTBIQA+ en mis post’s de instagram.