Como personas que trabajan con personas (y en el contexto de salud mental) en muchas ocasiones acompañaremos a personas diversas en cuanto a su identidad y/u orientación sexual. Además de la terapia y la formación, también ofrezco asesoramiento en materia LGTBIQA+ a profesionales y supervisión de procesos terapéuticos e intervenciones. El objetivo principal es evitar generar violencias y trabajar con las personas de la manera más cercana y comprensiva posible con su realidad particular. ¿Y por qué es importante este tipo de asesoramiento? Vamos a partir de la base:
Todes nos hemos criado en una estructura cisheteropatriarcal y binaria. Y de dicha estructura hemos adquirido una serie de valores.
Por un lado, asumimos que todas las personas de nuestro alrededor son cisheterosexuales. Pensamos que se identifican con un género binario y además asociamos dichos géneros con unos comportamientos y deseos concretos.
Por otro lado, interiorizamos una serie de mitos y prejuicios relacionados con las personas LGTBIQA+. Por ejemplo que ser bisexual se traduce en promiscuidad/confusión (además de asumir que la promiscuidad siempre es negativa o mala para la persona, que en la heterosexualidad no hay momentos de confusión…). Que ser trans* implica seguir un recorrido concreto y que pasa necesariamente por modificar el cuerpo hacia una corporalidad concreta (cis). Si tienes pluma eres gay o si eres muy masculina eres lesbiana. Que la no monogamia implica menor afecto o menor deseo sobre la pareja o parejas. Que la asexualidad procede de traumas infantiles o malas experiencias en lo afectivo-sexual y que no es válida como una orientación más…
Quienes trabajamos en psicología y en educación, como personas que hemos nacido en esta estructura social, no estamos exentas de estos valores, mitos y prejuicios.
A veces, de forma inconsciente, podemos guiar nuestra intervención por estos prejuicios. Y sin darnos cuenta podemos estar ejerciendo nuevas violencias o reforzando opresiones que la persona (por su identidad y/u orientación del deseo) está viviendo. A veces también partimos del desconocimiento y hay realidades que si no se viven en carne propia están tan invisibilizadas que no están en nuestros imaginarios. Incluso puede que haya vivencias concretas que nos remuevan, al salirse de nuestro esquema cognitivo sobre cómo funciona la identidad o las relaciones, y que ello salpique a la intervención y, por tanto, a la persona a la que acompañamos.
Tener mayor conocimiento y recursos para acompañar a personas LGTBIQA+ es fundamental en cualquier ámbito en general. Pero fundamental y particularmente en las profesiones en las que trabajamos con personas, como puede ser la salud mental o la educación. Sobre todo en un contexto como el actual. En España de 2020 a 2021 los delitos de odio aumentaron un 70%, incluso cuando se estima que el 93% de las agresiones a personas LGTBIQA+ en España no se denuncian. A nivel europeo, esta cifra se estima en el 79%.
¿Cuánto malestar habrá presente en nuestro tejido social, ya sea de quienes han sufrido violencias o de quienes las han interiorizado de forma vicaria? Teniendo en cuenta que en la educación básica sigue sin incluirse la educación sexual integral y diversa. Y en las educaciones superiores no se ofrecen contenidos relacionados con personas LGTBIQA+ ni siquiera cuando implican el trabajo con personas (véase psicología).
Si quieres saber más sobre este tema te recomiendo ver el siguiente vídeo. Ponencia privilegio y poder en la intervención: diversofobia interiorizada en las personas que trabajan con personas
Algunos temas por los que en ocasiones profesionales me han solicitado asesoramiento sobre cuestiones LGTBIQA+ son: outting o salida del armario respecto a la identidad o la orientación sexual (así como posibles miedos/violencias presentes en el proceso), mayor conocimiento sobre las vivencias trans* y la identidad para aprender a distinguir entre corporalidad, orientación sexual, identidad de género y performatividad de género (entendiéndolos como elementos interrelacionados pero independientes al mismo tiempo), mitos y prejuicios interiorizados tanto en quien trabaja como en quien acude a la intervención y cómo identificarlos/abordarlos, recursos específicos a nivel comunitario a los que poder recurrir…