La visibilidad es una de las muchas piezas necesarias para “naturalizar” y “normalizar” aquellas cuestiones que durante mucho tiempo han quedado relegadas al terreno de lo “extraño” y en consecuencia discriminado. Y es una de las muchas trabas con las que nos encontramos el colectivo LGTBIQA+.
Estos últimos días observo cómo en Granada se ha procedido a eliminar de los semáforos y pasos de cebra la bandera del orgullo LGTBIQA+, sobre lo cual podéis leer más al respecto en El Independiente Granada. Puede parecer algo de poca importancia, pero la falta de referentes y visibilidad (¿en cuántos libros de texto, anuncios, películas, series… Aparecen personajes LGTBIQA+?) supone un violencia simbólica frente al colectivo: vamos interiorizando la idea de no existir, de ser lo raro, e incluso de ser un error del sistema. Vamos generando lo que llamamos homofobia interiorizada.
De hecho, desde el enfoque sistémico podríamos hacer una lectura de que esta invisibilización supone una desconfirmación de nuestras identidades. Veámoslo con un ejemplo, cuando nos comnunicamos hay tres posibilidades:
- Aceptar: Me parece genial, vale.
- Rechazar: Es asqueroso/vergonzoso/degradante esto que propones.
- Desconfirmar: Ignorar, invisibilizar, establecer el tabú.
Bajo la idea de que no es necesario dar visibilidad y que no darla no supone un ataque directo, estamos desconfirmando a toda la gente que no aparece en el discurso cisheteronormativo vigente. Les volvemos invisibles y lanzamos el mensaje de que es una cuestión “privada”, cuando la cisheterosexualidad no lo es (es una identidad que está pública en todos los medios de comunicación).
Y esto de la desconfirmación es en sí mismo el caldo de cultivo a diferentes patologías y problemas de salud mental. Imaginaros lo que supone desde pequeñes no encontrar referentes de cómo te sientes o cómo crees que eres. O incluso encontrar mensajes en los que se incite a que sobre eso no debes hablar o no es necesariohacerlo (cuando para ti es vital puesto que supone tu identidad y parte de tu vida).
Tener una bandera en el espacio público no lo es todo, apenas es una parte pequeña. Pero que se retire por un cambio de gobierno sí es relevante. Habla de las dificultades y prejuicios que aún tenemos para dar visibilidad desde lo público a la diversidad.
Puedes encontrar una versión abreviada del texto publicada en Instagram en el siguiente enlace
Publicación en Instagram
También puedes seguir leyendo sobre más temas visitando el apartado blog de la web
Esta genial el post. Reciba un cordial saludo.
Gracias! Me alegra que te haya gustado.
muy buen artículo, felicidades por el blog!!!!
Muchas gracias! Me alegro que te haya gustado.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.
Gracias a ti!